
GENESIS 2-5
En el día en que hizo Yahvé dios la tierra y los cielos , no había aun en la tierra arbusto alguno del campo, y ninguna hierba del campo había germinado todavía, pues Yahvé dios no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre que labrara el suelo…….
En este pequeño relato, nos encontramos con incongruencias y misterios más que sorprendentes, primero observamos que aparece un nuevo personaje “Yahvé” que al parecer es un “Dios” y que es distinto al de la creación; al que hay que tener presente a partir de este momento, porque empieza a cambiar todo significado anterior de la creación por “Dios”.
Siguiendo el relato y apartándonos del hecho de la vegetación que ya hemos tratado anteriormente llega un pasaje asombroso.
“Ni había hombre que labrara la tierra”
Llegados a este punto nos estaremos preguntando ahora ¿Qué creo “dios” entonces a su imagen y semejanza? ¿No creo un hombre?
Pues al parecer No, creo un “Ser Humano”, con sus características muy especiales, era semejante a El con algunas limitaciones seguramente Dios “Jugo” y como diríamos hoy en día “Clono” un “Ser Humano” y esa persona no fue otra que “Yahvé”, Dios empieza a desaparecer de la escena y entra en su lugar su “doble” Su propia creación, el cual quiere seguir los pasos de su creador con unos resultados no muy alentadores como veremos, continuando con el relato Bíblico nos encontramos lo siguiente:
GENESIS 2-7 Entonces Yahvé Dios, formo al hombre con polvo del suelo e insuflo con sus narices aliento de vida, y resulto el hombre, un ser viviente.
Por: Juan García Villaraco-Sanches Montañez
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